CRÍMENES SIN RESOLVER Y CASOS ENVUELTOS EN LA DUDA DKISS ESTRENA LA SEGUNDA TEMPORADA DE 'TODAVÍA ES UN MISTERIO'

NUEVA TEMPORADA EL LUNES 23 DE ENERO A LAS 16:00

 

Estos nuevos episodios, en emisión desde el próximo 23 de enero, presentan nuevas historias de homicidios sin resolver o cuya conclusión ha resultado ser errónea. Familiares de las víctimas e investigadores unen sus testimonios para llegar a la verdad.

 

Enero de 2023.- Todavía es un misterio vuelve a DKISS el lunes 23 de enero a las 16:00 con una nueva temporada en la que se reabrirán casos de crímenes de los que no se conoce la verdad. Se trata de homicidios cuya investigación oficial ha concluido pese a no estar resuelto el crimen. Las historias se muestran a través del testimonio de allegados de la víctima, de los propios investigadores y de material audiovisual inédito. El programa relata algunos de los crímenes más perversos y aterradores de los últimos tiempos. Todos, de una u otra forma, aún no han sido resueltos a pesar del paso de los años.

Para DKISS el true crime es uno de sus géneros principales. De lunes a viernes emite 20 horas de estos contenidos en su Sobremesa de crimen, además de los contenidos de esta temática en emisión durante los fines de semana. La audiencia ha ido respaldando estas emisiones por lo que el canal ampliaba su duración en noviembre de 14:00 a 18:00 horas.

Muertes envueltas en la duda: los casos más impactantes de la nueva temporada

Con 34 años y siendo madre de dos hijos, Allison Jackson Foy desapareció tras volver a su casa después de divertirse en un bar. Casi dos años después, encontraron su cadáver en un bosque con más de 40 puñaladas junto al cuerpo de otra mujer. ¿Es posible que un asesino en serie esté en libertad?

Désirée Gibbon, de veintiséis años, se encontraba de viaje en Jamaica, país natal de su padre, cuando desapareció una noche. Hallaron su cuerpo sin vida en un camino con la garganta completamente cortada. El descubrimiento de restos de ADN e imágenes de sus últimas horas con vida en unas cámaras de vigilancia podría revelar la identidad del asesino.

Las autoridades concluyeron que la veinteañera Kayla Skeen se había suicidado cuando hallaron su cuerpo colgado de un árbol. Sus familiares rehúsan a creer esta hipótesis debido a que el cuerpo presentaba signos de lucha.

Glinda Pulley, de 38 años, y su hijo Tyler Jones, de 10, fueron encontrados muertos en su apartamento con heridas de bala. Una nota en la que Tyler explicaba que había acabado con la vida de ambos parecía dejar claro lo ocurrido, pero sus familiares se dieron cuenta de que este supuesto trágico suicidio pudo tratarse de algo completamente diferente cuando se percataron de que una persona de su alrededor estaba actuando de forma extraña.