ESTRENO EL LUNES 09 DE JUNIO A LAS 23:00H

La noche del 7 de enero de 1998, un gran operativo policial se situaba a las puertas de un edificio en Santa Cruz de Tenerife. Allí esperaban escuchar ruidos o voces provenientes de un grupo sectario que se reunía en ese edificio, según tenían entendido. Ante la ausencia de pruebas, el jefe de la unidad dio la señal y los agentes irrumpieron con las armas en alto y procedieron a la detención de todos los allí presentes.

Junio de 2025.- Una secta, según la definición de la Real Academia Española, es una comunidad cerrada de carácter espiritual, guiada por un líder que ejerce un poder carismático sobre sus adeptos. Actualmente, en España no existe una regulación dedicada únicamente a las sectas, ya que el artículo 16 de la Constitución Española “consagra la libertad religiosa, garantizando a los individuos y comunidades la libertad ideológica, religiosa y de culto, así como el derecho a su expresión”. Pero sí se han puesto en marcha mecanismos para proteger a las víctimas de las sectas destructivas, cuya existencia supone un riesgo para la seguridad ciudadana, pudiendo llegar a ocasionar hechos delictivos.  La Policía Nacional es quien se encarga de estas funciones, a través de la persecución de actividades ilegales y la inclusión de la persuasión coercitiva en el Código Penal. Esta persecución es el motor principal del documental El último día, que se estrena el próximo lunes 09 de junio a las 23:00h en DKISS.

Una nave espacial se llevaría sus almas

Heide Fittkau, reconocida psicóloga alemana, fue detenida en Santa Cruz de Tenerife por liderar una secta e incitar al suicidio colectivo. El movimiento que encabezaba estaba promovido por el supuesto fin del mundo que llegaría al cambiar de siglo y, tras el cual, “abandonarían sus cuerpos” y una nave espacial se llevaría sus almas.

Desde el momento de la detención, tanto Fittkau como sus seguidores negaron todo tipo de unión sectaria, así como el espíritu de líder de la terapeuta. Su única motivación era ayudar y amar al prójimo. Unas ideas que distaban de la realidad presenciada por los medios de comunicación y las autoridades. La prensa no descansó en ningún momento y dio cobertura a todos los momentos claves del caso, hasta el punto de adentrarse en la casa donde vivían todos los miembros de la organización. Ese día se conoció el verdadero carácter de Heide, quien, tras la presión mediática, no supo controlar la situación y se mostró más violenta de lo habitual. Una actitud que hizo entrever que, quizá, todas las declaraciones que se habían hecho hasta el momento no relataban lo que realmente sucedía. Es por ello que la intervención de la policía fue crucial, ya que salvó la vida de más de treinta personas.