La neofobia alimentaria es un tipo de trastorno alimentario que se basa en evitar el consumo de ciertos alimentos. Normalmente este rechazo de alimentos es por motivo de apariencia, sabor, olor, textura, marca, presentación o por experiencias negativas con la comida en el pasado.

Aunque este trastorno no está registrado en el manual de la Asociación Americana de Psiquiatría es un problema al cual se enfrentan de forma muy regular los padres de los más pequeños. En la mayoría de los casos se presenta en la infancia acompañado de un ‘eso no me gusta’. Es posible también que el problema persista siendo ya adultos. Los expertos nos afirman que una dieta pobre en la infancia será la antesala de una dieta pobre en la edad adulta.

Algunos de los consejos que señalan los expertos es que es fundamental que los niños participen en el proceso de alimentación, desde la compra, pasando por el cocinado y terminando con el emplatado. De este modo es más probable que deseen probar el alimento.

Por otro lado, debemos tener presente que no todo es neofobia. También existe un hecho, y es que los pequeños, a partir de los dos años, empiezan a ser conscientes de su propia identidad y a manifestar su voluntad. De este modo muchas veces la respuesta más usada por ellos es el ‘no’, es su forma de ver los límites del adulto y mostrar su propia independencia.